Por: Francisco Fernández
Me da mucho gusto dirigirme a ustedes en este momento que pareciera fuera el final de la etapa de contingencia del COVID y el comienzo de lo que hemos llamado la nueva normalidad.
Sin duda, estos últimos seis meses han marcado la humanidad. Todo lo que hemos vivido formará parte de la historia a la cual se le estará haciendo referencia por siglos.
Hemos vivido meses trágicos… cuántas familias que no han podido acompañar a sus seres queridos en sus últimos momentos. Cuántas empresas que fueron construidas y desarrolladas por generaciones, con tanta pasión y empeño, y que en cuestión de meses han tenido que reducirse a la mínima expresión para sobrevivir o hasta tener que cerrar las puertas y desaparecer.
Sin embargo, el ser humano es la especie que más se ha desarrollado, pues tiene en sus entrañas los elementos que le permiten sacar de la tragedia y el dolor, aprendizajes e inspiración para no solamente sobrevivir, sino para salir fortalecidos siendo mejores seres humanos.
La resiliencia alimentada por un propósito de vida y un sentido de trascendencia es lo que nos ha sacado adelante como humanidad. Este sentido de trascendencia es lo que nos mueve y energiza a todos en COMUNIDAR. Trabajamos por lograr una comunidad que no solamente se preocupa por “su metro cuadrado”, sino que busca hacer algo que vaya más allá. Nos inspira la historia de cada inversionista social, de cada familia o empresa que quiere dejar un legado, de cada emprendedor social que día a día se empeña en generar un impacto positivo en su entorno. Esto es el privilegio que tenemos en COMUNIDAR.
De igual manera, queremos celebrar con ustedes el grandísimo honor que tendremos al ser galardonados el próximo 7 de septiembre, con el premio Eugenio Garza Sada en la categoría de emprendimiento social. Después de 8 años de nuestra fundación, para nosotros es una gran responsabilidad y un enorme privilegio el ser reconocidos con los valores de Don Eugenio Garza Sada, un hombre que se adelantó a su época y entendió cuál era el verdadero rol del empresario.
Este reconocimiento es para todos los que nos han acompañado y han confiado en nosotros. Gracias a quienes han sumado su talento, tesoro y tiempo en estos primeros años. Gracias a todos los miembros del consejo, desde los fundadores hasta los actuales consejeros, que dedican largas horas agregando un gran valor al equipo operativo liderado por Erika Laveaga. Gracias Erika por tu entrega y pasión por COMUNIDAR y por liderar a un grupo de personas que han ido también transformándose y adecuándose a la nueva realidad con la que nos hemos enfrentado.
Hace dos años que asumí la presidencia de la fundación mencioné una frase buscando “picar las costillas” de todos los que estaban presentes: “saquemos al Don Eugenio que traemos dentro”. Don Eugenio representa a una generación de líderes que, en medio de la adversidad, creyeron, se arriesgaron y crearon una ciudad con un conjunto de empresas e instituciones que ahora son ejemplo en muchos rubros, no solamente a nivel nacional sino también a nivel internacional.
El legado de la generación de Don Eugenio, no solamente está en las empresas e instituciones, sino que principalmente está en las personas. Sé que quienes están leyendo este mensaje formamos parte de esas personas que ayudaremos a sacar adelante a Monterrey y a nuestro querido México, aún en medio de esta adversidad histórica. Busquemos juntos el cómo sí.